El canterano valencianista llegará en calidad de cedido a falta de unos pequeños flecos.
Se acabó el culebrón del verano. Ferrán Corominas ya es jugador del Elche. Después de unas largas negociaciones donde el club llegó a amagar con retirarse de la puja, el jugador ha dado el «sí» definitivo a la entidad que preside José Sepulcre. Firmará por dos temporadas más una opcional en función de objetivos (partidos jugados) y sólo falta ultimar unos pequeños flecos de su nuevo contrato. Se espera que el jugador llegue a Elche el próximo lunes para incorporarse de inmediato a la disciplina de Fran Escribá. Finalmente el conjunto franjiverde tendrá que abonar la clausula de rescisión al Girona cifrada en unos 100.000 euros.
Pero Coro no llegará solo. Junto a él podría llegar en calidad de cedido el mediapunta zurdo del VCF Carles Gil, por quien también están muy avanzadas las negociaciones, aunque aún con estas dos llegadas, la comisión deportiva necesitará buscar un delantero más para dar por cerrada la plantilla.
Las llegadas de Coro y Carles Gil, sumadas a la del ansiado delantero que tiene que llegar, obligaría a dejar sin dorsal a dos jugadores. Y es que, por la mañana, el club ilicitano decidió otorgar dorsal a los descartados Jorge Luque y Kike Mateo. También tendrán ficha profesional los canteranos Alberto Berna y Ricardo Buitrago. Con esta situación, el club quitará los números y dejará sin ficha a Luque y Mateo pese al listado ofertado ayer.
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