Misión cumplida del filial en casa del gran aspirante
El Mestalla se crece y rasca un empate con el tanto de Gayà en el Nou Estadi.
El Mestalla consiguió arrancar un punto de oro en terreno de un gran aspirante. Los de Sergio Ventosa no sintieron la presión de enfrentarse en la primera jornada a uno de los candidatos a quedar entre los cuatro primeros. El empate sabe a gloria y, pese a sufrir tras el tanto de De Lema, fue merecido.
El filial, con un equipo muy reformado respecto al pasado curso, se quitó los complejos nada más salir al campo. Ventosa sorprendió metiendo a Gayà como interior izquierdo y el experimento dio resultado. Choco Lozano fue la referencia ofensiva e hizo trabajar de lo lindo a la defensa del Nàstic, que sigue la del año pasado y había brillado en pretemporada. Sin embargo, un fallo dio pie para que Gayà adelantara al filial en el marcador. Minutos antes, la parroquia local protestó por no conceder el colegiado un gol fantasma a Haro. Hasta el momento había sido la única llegada con peligro de un Nàstic que tuvo ansiedad. El Mestalla se mostró serio en todas las facetas del juego. Las líneas se mostraron muy juntas en todo momento y durante la primera parte fueron mejores que el rival.
La decoración cambió a la vuelta de vestuarios. En la primera acción, De Lerma consiguió el empate tras un rechace. A partir de aquí llegaron los peores minutos del Mestalla. Kiko Ramírez movió el banquillo y puso mordiente ofensiva sobre el césped con las entradas de Aarón Bueno, Eugeni y Virgili. El primero no pudo culminar una asistencia de Calderón. El exjugador del Mestalla y Dani Quintana llevaron el mayor peligro del conjunto catalán. Los últimos compases se hicieron largos, pero el filial resistió y se llevó de Tarragona un punto que sabe a gloria. Puntuar ante un gallito eleva la moral.
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