Valencia, lugar de hazaña algecirista

Recibimiento de los jugadores a su vuelta de Valencia tras ascender en el 1963

Hace medio siglo y un año, el Algeciras logró en la capital del Turia su primer ascenso a Segunda A en el terreno de juego Ahora, los albirrojos buscan remontar y salvarse en la que sería la segunda gran gesta en aquella tierra

Hace medio siglo y un año, Valencia ya vio una hazaña en rojo y blanco. Sí, del Algeciras Club de Fútbol. Lo recuerda una leyenda que rodea el escudo en la actual camiseta albirroja: "50 aniversario del ascenso a 2ª división. Temporada 62/63". Entonces, un 19 de junio de 1963, los algecireños jugaron en la capital del Turia un encuentro de desempate ante el Atlético Baleares que se convirtió en el primer ascenso a la categoría de plata conseguido en los terrenos de juego y uno de los logros más recordados en el algecirismo. Medio siglo y un año después, está en juego en esa gran ciudad española, en esta ocasión en todo un estadio de Mestalla, el ser o no ser en la Segunda división B y la posibilidad de volver a realizar allí una gesta para la posteridad. Aquel fue un partido dramático pero que tuvo un final muy feliz. El de este domingo (19:00) ante el Valencia Mestalla, en el estadio del Valencia CF, también tiene tintes trágicos, puede ser el descenso sin más remedio a Tercera división, aunque la plantilla albirroja, la que nunca se rinde, asegura que va a intentar por todos sus medios revertir ese resultado en contra y esa situación y traer así la permanencia a casa como en su día los Pepe Tapia, Torollo, Mendoza, Juan José, Rafaelín, Martín Esperanza, Domingo, Bruna, Miguel León, Periquito, entre otros, trajeron la alegría en forma de ascenso de categoría. Al fin y al cabo, la salvación es una forma de ascender y más con el 2-3 del pasado fin de semana en el Nuevo Mirador.

El Algeciras, en aquel 1963, tenía que jugarse con Atlético Baleares en tercera ronda el ascenso a Segunda división. En el añorado El Mirador ganaron los locales por 3-1. En una encerrona, los algecireños cayeron en la vuelta por 2-0 y había que desempatar. La Federación Española escogió Valencia como la ciudad en la que se produciría el partido del desempate y del ascenso. El campo en el que se iba a jugar era Vallejo, en el que disputaban sus partidos la UD Levante por aquel entonces. Luego, llegó lo que tanto se recuerda y se cuenta: la llamada in extremis de Periquito, que se desplazó con el periodista Pepe Ojeda en su coche; el penalti con el empate a uno, el lanzamiento de Bruna que paró casi sin querer el meta balear y el rechace que Periquito convirtió en gol y en ascenso. Pura leyenda del Algeciras. La ciudad algecireña recibió a los jugadores como héroes en una de las mayores fiestas del algecirismo. Todo eso se conmemoró el pasado curso que también acabó en ascenso. Y todo eso ocurrió en Valencia, que desde entonces es una de las conquistas emblemáticas y recordadas de la entidad.

Este fin de semana el primer equipo de Algeciras aterrizará en la capital de la Comunidad Valenciana con la intención de volver a hacer historia. La situación tal vez sea menos ilusionante, ni es un ascenso ni es Segunda división A pero nadie duda que es tan importante. Los de Manolo Sanlúcar necesitan remontar una eliminatoria adversa, precisan ganar por dos goles de diferencia a un filial del Valencia que se mostró un hueso el pasado domingo y en medio de un ambiente que se prevé hostil tras ser caldeado desde el entorno valencianista. El periodista algecireño Pepe Ojeda siempre relata que la afición valenciana animó al equipo balear en aquel encuentro.

El premio que espera en Valencia es tan complicado como grande. Es salvar una categoría que ha costado un mundo recuperar y una temporada con mucho de histórico en la que el Algeciras, curiosamente, puede irse a Tercera después de jugar en dos estadios emblemáticos de equipos europeos -antes fue Anoeta-. Aunque el miedo y el pesimismo está presente, el algecirismo sueña en silencio con una remontada histórica en ese suelo en el que consiguió hace medio siglo el primer gran ascenso a Segunda, una remontada para añadir al capítulo de hazañas rojiblancas y todo en un escenario de lujo. Y, así, rematar con una fiesta como la del 63.

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