lunes, 19 de mayo de 2014

DON ANTONIO FUERTES EL PRIMER XIQUET DEL MESTALLA

lunes, 19 de mayo de 2014 | Paco Rius
ANTONIO FUERTES PASCUAL, NACIO EN BENIMAMET EL 3 DE DICIEMBRE DE 1929.
DEBUTO CON 15 AÑOS, Y PUEDE CONSIDERARSE EL PRIMER GRAN PRODUCTO DEL MESTALLA PARA NUESTRO VALENCIA CF.
No hay datos objetivos para clasificar a los jugadores del Valencia CF atendiendo a la fuerza del carácter, pero, según todos los sondeos, el primer premio se lo llevaría Antonio Fuertes, hombre de la casa que, a los 15 años, vio como Rino se presentaba en Benimámet para convencer a su familia. Pasó por todos los grados con precocidad y sobresalientes (subcampeón nacional de aficionados, campeón de Tercera y Segunda con el Mestalla fundacional) y aún tenía edad de bachiller cuando, presentado con el primer equipo en La Línea, se empeñó en tirar un penalty. Fue el peor de su vida, pero nadie tuvo corazón para censurárselo.
Tras dos temporadas en Primera, se empeñó en volver al Mestalla porque Quincoces no lo ponía, y fue el alma de aquel ascenso al que se renunció. Tras el doctorado se implantó en el primer equipo. Ocupó las cinco posiciones del ataque, preferentemente de interior derecho y asociado a Mañó. Escartín, que le hizo internacional A contra Argentina (jugó otros dos partidos en la selección B), veía en él a un delantero centro de lujo. Sin embargo, en todos los puestos hizo de Fuertes, para lo bueno y para lo malo.
Lo bueno era su voluntad de ganar, unido a la facilidad natural para llevar la pelota, al dribling (puede que uno de sus goles, en la Rosaleda, ostente el récord de rivales burlados) y al descaro. Reventó en la final copera de 1954, donde en media hora terrible demolió él solo al Barcelona con dos goles y una asistencia de bandera. Lo malo estaba en los excesos de carácter, que le volvían protestón con los árbitros, provocador con los contrarios e indisciplinado con los entrenadores. Contra el La Salle venezolano, en la Pequeña Copa del Mundo, organizó en pleno campo tal zapatiesta contra la táctica de Iturraspe y contra Pasieguito, que la obedecía (Cubells, secretario técnico, se puso del lado de Fuertes), que el descanso se convirtió en un festival de la dimisión y el cese.
El amor propio le obligaba a ser veloz cuando le iba mejor el juego reposado, y el afán de estar en todas partes le agotaba antes de hora. Como casi todas las figuras de su tiempo, dividió a la grada en entusiastas y detractores, pero nadie dio tantos argumentos simultáneos a los dos bandos. Tras cebarse dentro y fuera del reglamento contra el Sevilla, en una virulenta semifinal de Copa, los andaluces le anunciaron que no saldría vivo del campo, mas Helenio Herrera se lo llevó al vestuario para pedir a sus jugadores que tomasen ejemplo.
Su rivalidad con Wilkes, supuestamente derivada de la imposibilidad de jugar con dos balones, tuvo un fundamento más periodístico que personal, porque cada uno admiraba al otro. Con la treintena se fue al Elche, recién ascendido, y tuvo un epílogo regional, pero no rebajó el genio ni siquiera con la retirada. 
http://www.ciberche.net/histoche/jugadores/19?pid=385
YO TUVE  LA GRAN SUERTE DE IR UN DÍA A SU CASA, CON UNOS AMIGOS Y MI HIJO, PARA HABLAR CON ÉL, Y QUE MI HIJO CONOCIERA A MI PRIMER GRAN  ÍDOLO DE MI MESTALLETA DON ANTONIO FUERTES.
EL REPRESENTA TODO LO QUE YO ADMIRO EN UN JUGADOR DEL VALENCIA CF, Y QUE NO ES OTRA COSA, QUE SENTIRSE ORGULLOSO DE HABER VESTIDO LA CAMISETA DEL MESTALLA.

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