Ferrán Ferri: “Me encanta ser portero en las buenas y en las malas”

La lista de penaltis parados esta temporada por el valencianista Ferrán Ferri se inició hace dos semanas frente al Cartagena y aumentó este fin de semana, coincidiendo uno de esos partidos con su debut en Segunda división B. Un auténtico ‘parapenaltis’ que asegura que no hay truco para detenerlos, solo mucho trabajo y también algo de picaresca.

- ¿Por qué eres tan bueno parando penaltis? -

“En primer lugar me gustaría dar las gracias a todos por los elogios y el apoyo, pero debo decir que no me considero ningún fenómeno parando penaltis ni nada parecido. He tenido una semana con suerte, en la que la principal fortuna han sido mis compañeros que me han ayudado siempre diciéndome por donde iban o como solían tirarlos y es por ello que quiero agradecérselo a todos”.

- ¿O sea que no hay truco para detener máximas? -

“No, solo la convicción y la intuición de que va a ir por un lado u otro y la suerte de adivinarlo”. 

-Sino hay truco, al menos sí se entrena pero ¿más de lo normal?

-“Personalmente sí que me gusta quedarme con algunos compañeros al final de los entrenamientos para practicar. Me gustaría reseñar que me suelo quedar con compañeros como el ‘Chino’ o Martínez, e incluso mis entrenadores de porteros para ‘picarnos’ jugándonos almuerzos o cosas así, ¡nunca se cansan de perder! (risas)”.

- Además de entrenarse, ¿un portero también intuye hacia dónde va a ir el lanzamiento? -

“En mi caso me suelo fijar en la posición del lanzador o en cómo se desenvuelve en el juego: sus movimientos, sus perfiles a la hora de golpear etc. También dependiendo del momento y la situación del partido suelo intuir si un jugador lo va a tirar a un lado más seguro o si está nervioso o cosas por el estilo”.

- ¿Existe algún ritual o estrategia para hacer picar al lanzador? -

“Me gusta decirles que se los voy a parar, que les tengo vistos y otras cosas que luego queden en el campo”.

- ¿Siempre has tenido esa facilidad para detener penaltis o es algo que empieza en un momento determinado? -

“No se trata de facilidad o no. Algunos porteros se fijan más y otros menos, a mi me ha gustado siempre tenerlo en cuenta y observar a los lanzadores. También es cuestión del nerviosismo de cada uno. Como he dicho antes no me pongo nervioso fácilmente y quizá es por eso que me ayuda a mantener la calma y adivinar las intenciones del rival. A todo ello hay que sumar que un penalti bien tirado es casi imparable, así que en esos casos el fallo del delantero también cuenta”.

- Tres partidos consecutivos deteniendo un penalti. El sábado coincidía además con tu debut en Segunda división B y, menuda manera de debutar. -

“Como ya he dicho antes he tenido una semana bonita e intensa con la suerte de detener tres penaltis, uno de ellos coincidiendo con mi debut en el Valencia Mestalla ante el CD Alcoyano. Ha sido algo muy bonito para mí y sinceramente mi debut con el filial ha sido el soñado (excepto por la derrota). La gente desde dentro y desde fuera me ha ayudado mucho a llevar la situación y la confianza de los entrenadores y compañeros ha sido el factor más influyente a la hora de que las cosas se hayan sucedido de esta forma. Me ha encantado la experiencia y estoy muy agradecido a todos ellos y espero que mi respuesta en el campo haya podido estar a la altura de sus expectativas”.

- ¿Parar el penalti con el Mestalla te dio más confianza para afrontar el resto del encuentro? -

“Está claro que sí. Parar un penalti con 0-0 en tu debut y de la forma que lo hice me ayudó muchísimo a afrontar el resto del partido. Pero también debo decir que estoy para esto, para cuando el equipo me necesite. Además el penalti apenas dura unos segundos y el partido dura noventa minutos. No puedes relajarte ni desconcentrarte ni un segundo pensando en si has hecho algo bueno o malo, hay que vivir el partido cada segundo y ayudar al equipo el máximo posible”.

- Y el domingo con el Juvenil en Lorqui, con el empate a dos brillando en el electrónico, volvió a aparecer Ferri en una jugada que podía haber decidido el encuentro. Un momento así, ¿cómo la vive un portero? -

“El partido del Lorquí se nos puso cuesta arriba después de tenerlo encarrilado y es una situación complicada ya que en esos momentos la responsabilidad del gol está en ti. Pero no soy un chico que se ponga nervioso y menos en los penaltis porque no hay nada que perder. Tuve la suerte de que Antonio Martínez conocía al lanzador y me dijo a que lado los tiraba. Era su lado de seguridad y ya en el minuto y la situación de partido en la que estábamos sabía que lo iba a asegurar. Me lancé convencido y pude detenerlo. Es un premio para todo el equipo porque el esfuerzo que hicimos en ese partido merecía una recompensa, aún por mínima que fuera”.

- ¿En situaciones como las de este fin de semana, ¿se revaloriza más el papel del portero? -

“Está claro que cuando un portero gana puntos para su equipo todos le reconocen y le dan la ‘palmadita’ en la espalda y le dicen lo bueno que es. Pero llevo toda la vida siendo portero y he vivido épocas muy buenas y otras no tan buenas. El fútbol y, sobre todo en el caso de los porteros, no tiene memoria y hoy eres el mejor por parar un penalti y la semana que viene fallas y ya te quieren sentenciar. No es ni un extremo ni el otro. Los porteros somos personas como cualquier otra y nos gusta que nos reconozcan y nos den esas ‘palmaditas’ de ánimo, pero también necesitamos sentirnos queridos cuando fallamos o no estamos tan acertados. Es por ello que creo que el papel del portero es fundamental y se revaloriza en fines de semana como el que he vivido yo. Y por ello en las buenas y a las malas me encanta ser portero”.

Escrito por Cristina Ripoll   
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