El canterano fue la mejor noticia del partido ante Universidad Católica.
@ANDREU_ALBEROLA
«Un fracaso solo puede ser vencido con un éxito». Ese es el eslógan de cabecera de Rober Ibáñez, el canterano que revolucionó el encuentro ante Universidad Católica de Chile con sus arrancadas desde la derecha. Lo luce en su muñeca izquierda, en inglés y con una tipografía script. Un tatuaje que retrata uno de los episodios clave en su carrera y que se ha convertido en el motor de su día a día. Cuando era juvenil, acudió dos veces a la disputa del torneo internacional COTIF. La primera, fracasó. Probablemente se trate de la comparecencia más desfinada en toda su vida. Al año siguiente, lleno de revancha, le dijo a su padre: «este torneo va a ser el mío». El Valencia se llevó el COTIF y Rober fue distinguido con el premio al mejor jugador del torneo.
Su caracter es especialmente combativo. Por aquel entonces, el técnico del Mestalla era Vicente Mir, que acudió a todos los partidos. Su gran actuación lo convenció y echó mano de él para el filial. Desde que entró en las categorías inferiores con 7 años ha sido una de las joyas más seguidas de la cantera. Posee condiciones para convertirse en un futbolista excepcional, de esos pocos que son capaces de levantar estadios. Su mejor virtud es encarar, encarar y encarar y los técnicos aseguran que es prácticamente imparable en los primeros metros. Lo suyo es resquebrajar defensas y a pesar de ser diestro, posee un golpeo mágico con la izquierda. Su referente en la posición de extremo es Joaquín, aunque quizá responda al perfil de Di María.
Es valencianista, tiene el pase en tribuna y se llevó uno de los fiascos de su vida cuando presenció en Milán la derrota en la final de la Champions ante el Bayern. Atrás quedaron las convocatorias con la Roja junto a Jesé y Rafinha, los secretos compartidos con Juan Bernat „su socio desde que aterrizó en el Valencia„ y probablemente su experiencia en el filial. Rober está listo para dar el salto definitivo y si Nuno ve todavía demasiado prematuro que sea esta temporada, ve con buenos ojos la posibilidad de marcharse cedido para seguir creciendo y volver más preparado.
Rendimiento destacado
Hizo la pretemporada con el primer equipo a las órdenes de Djukic y este año ha sacado su vertiente más determinante en el Mestalla: ha marcado 5 goles, un puñado de asistencias y ha sido titular en todos los partidos de Liga, a excepción de un par. En Chile saltó al campo con unas botas color fucsia, último modelo a hacer diabluras con el balón. Y es que en los casi quince años que lleva en el Valencia han cambiado muchísimas cosas, pero especialmente su peinado y su calzado. Los que más lo conocen aseguran que si no fuese por su madre, sería capaz de salir un día a la calle en pijama. Pero en cuestión de zapatillas y botas de fútbol, es diferente: Rober es todo un experto.
Gran influencia en ataque
Nuno le dio entrada tras el descanso y le bastaron apenas cuatro minutos para convertirse en el hombre de mayor influencia en tareas ofensivas: una asistencia que a punto estuvo de aprovechar Otamendi en línea de gol y una jugada personal a ritmo de vértigo abrieron los ojos de los valencianistas que todavía seguían pegados al televisor a las tres de la mañana tras una tibia primera parte. Rober le hizo la vida imposible a los defensas. A las primeras embestidas, le siguió una fiesta de individualidades, regates y sombreros que lo deslizan como el jugador más destacado del partido en el que el VCF perdió en Sudamérica. «El balance que buscábamos lo hemos conseguido, competir con equipos que llevan más entrenamiento, por tanto, es positivo», analizó Nuno tras el partido.
http://www.superdeporte.es/valencia/2014/07/31/rober-exito-derrota/231234.html
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