Unai entrenó a la cantera
Emery, Carcedo y Vicente Mir dirigieron una sesión de entrenamiento a un grupo de élite de la escuela del VCF.
La noticia corría por la Ciudad Deportiva del Valencia desde hace días; ¡Unai Emery va a entrenar a los cadetes! Finalmente no fueron cadetes, fue más bien un grupo de canteranos que se puede calificar de élite, si bien es cierto que no son todos los que estaban ni estaban todo los que son.
CARLOS BOSCH
El caso es que Unai Emery, Juan Carlos Carcedo —segundo de Emery— y Vicente Mir —entrenador del Valencia Mestalla— dirigieron una sesión de entrenamiento peculiar, diferente. Pasadas las seis de la tarde, y bajo la atenta mirada de un grupo de padres que minutos antes recorría ansioso los diferentes campos de entrenamiento de la Ciudad Deportiva en busca del escenario en que sus hijos trabajarían a las órdenes del entrenador del Valencia, un grupo de jóvenes futbolistas —de tan sólo 12 años el más pequeño y de 16 el mayor— saltaban nerviosos al mini estadio, donde juega el filial y donde hoy entrenarán a puerta cerrada Soldado, Aduriz, Albelda, César y compañía. Sólo unos minutos antes, los dieciséis chavales esperaban nerviosos a que el técnico del primer equipo entrara en el vestuario. Unai se dirigió a ellos, y sobre todo les dijo que trataran de aprender y de disfrutar.
Sin charla previa, el técnico se puso manos a la obra de inmediato. Cerca de hora y media estuvo con los canteranos, con la misma intensidad y la misma predisposición al trabajo que cada día con el primer equipo. Lleva una carpeta en la mano a la que acude cada vez que duda en un nombre, pero está tan metido en lo que hace que a los quince minutos ya se dirige a cada jugador por su nombre cada vez que les daba una orden.
Fue una sesión técnica y táctica. Nada de físico. Primero unos ejercicios a medio campo para salir de la presión del rival con balones al primer toque. Los chavales, más que volar, corrían, se ofrecían y, sobre todo, obedecían cada orden del entrenador sabedores de que aquella era una oportunidad única, una oportunidad para absorber y para convencer. Para repetir. Poco después el técnico preparó —sobre un 4-4-2 imaginario que antes era un 4-2-3-1— unos ejercicios para llevar el balón jugado desde la defensa hasta la delantera pasando por el centro del campo hacia la banda hasta el remate de los delanteros. El trabajo terminó con un partido a medio campo y con un apretón de manos de Emery a todos los chavales. Una jornada que ni los jugadores ni los técnicos olvidarán, no en vano, antes de que comenzara el experimento Carcedo mira a Martín Vila, —a quien Unai pidió conocer de primera mano a los chavales — y con gesto de complicidad le dice, «joder, qué bonito es esto...». Y sí, fue bonito, pero que dure. O al menos que no sea una experiencia piloto.
OJALA ESTO NO SEA FLOR DE UN DÍA, Y SE CONSTITUYA EN UNA TRADICIÓN, PUES TENEMOS UNA GRAN CANTERA Y LOS CHAVALES SE MERECEN UN RESPETO Y MAS CARIÑO Y DEDICACIÓN DE LOS QUE DIRIGEN AL PRIMER EQUIPO.
SÍ ESTO VA A SER UN DÍA A DÍA TUYO UNAI, AQUÍ EN ESTOS BLOGS TIENES UNOS GRANDES ALIADOS Y DEFENSORES TUYOS HASTA LA MUERTE.
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