El centrocampista que llegó del basket
No todos los días uno se encuentra ante una firme promesa del mundo del fútbol cuyos orígenes radican en una cancha de baloncesto.
Pero esa es la historia de Carlos Pérez Sánchez, nacido en febrero del año 2000 en la valenciana localidad de Almàssera. Un lugar que cuenta con una histórica entidad de baloncesto como es el Club Básquet Jòvens Almassera entre sus fronteras, y ahí es precisamente donde hay que bucear para valorar los primeros pasos en el mundo del deporte de nuestro protagonista.
Desde entonces ha llovido mucho, y tras dos años botando y lanzando a canasta enseguida se trasladó al balompié para comenzar a dar las primeras patadas al balón en las Escuelas de este municipio de l’Horta Nord. UD Almàssera y Contaudit Almàssera le retuvieron los primeros años, pero enseguida vio su talento el Alboraya UD y en edad Infantil lo pescó el Levante UD.
Su calidad, físico y especialmente la proyección tan grande que le auguraban aquellos ojeadores que veían sus partidos no pasó desapercibida en la Ciudad Deportiva de Paterna. Un buen día el Valencia CF llamó a su puerta, coincidiendo con el inicio de la etapa Cadete de Carlos Pérez, y desde entonces no se ha quitado de encima la etiqueta de futbolista a seguir muy de cerca.
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