Joga Bonito WALTER HENRIQUE

Cuando hablamos de jóvenes promesas tenemos que tener en cuenta diversas facetas de la ficha de un jugador, entre ellas su edad, su desarrollo, su potencial, sus estadísticas y su carisma, no sólo dejarnos llevar por las noticias o rumores que nos lleguen de su entorno, porque toda persona quiere hacer ver lo suyo como lo mejor y eso puede crear discrepancias.

Walter Henrique da Silva (Recife, Pernanbuco, 19 años), es un talento descubierto por el SC Internacional de Brasil. Su portento físico (1.78 mts, 86 kgs) y su velocidad han hecho que se convierta en uno de los nueves con más futuro del fútbol mundial. Diestro aunque con gran disparo con ambas piernas, gran desmarque y con hambre de gol, encajaría en el perfil de cualquier club con aspiraciones de futuro, progresión y técnica no le faltan para conseguir dichos objetivos. Reúne la chispa y pillería caracterizada de jugadores de bastantes años de experiencia, es capaz de sacar petróleo de cada jugada, aunque esto ha tenido que ganárselo, porque todos señalaban que su sobrepeso haría que se deteriorase en un futuro no muy lejano, cosa que ha sabido contradecir a gran escala y hay jugadas tipo "Maradona-Messi" que se ha sacado de la manga, las cuales callan bocas por una parte y las abren de asombro por otra.

Hay que decir que este joven jugador no es un fichaje para llegar a la titularidad tras su traspaso, su juventud y falta de experiencia imposibilitan eso, pero lo que está claro que la aportación de minutos y confianza harán que se curta como futbolista en plazos muy cortos.

El Internacional está al acecho de un gran negocio con Walter, es bien sabido, porque aunque no se ha consolidado como un futbolista indiscutible en el once titular del equipo, sus actuaciones con la Selección Sub-20 han sido demoledoras. Este verano puede ser crucial para su futuro, ya que grandes equipos de Europa han puesto sus ojos en él. Es joven, apunta maneras y puede triunfar en un grande, la cuestión es quién apostará por el futuro de este chaval y en donde terminará de despuntar. El tiempo dirá si se ha acertado o no en sus predicciones, aunque los porcentajes inclinan la balanza hacia el lado positivo.